La Corriente Libertadora del Norte

Apesar del revés sufrido en la primera campaña por puertos intermedios, Riva Aguero cobró ánimos para seguir la lucha por lo que solicitó un préstamo de un millón doscientos libras esterlinas al gobierno inglés. Así se inició oficialmente la deuda externa.
Por otra parte, el gobierno de EEUU, reconoció el nuevo régimen establecido en el Perí. Desde entonces se hizo costumbres que los regímenes golpistas del Perú golpistas del Perú buscarán la aprobación estadounidense para realizar sus relaciones diplomáticas internacional.

Riva Aguero, queriendo recuperar terreno y prestigio de las tropas libertdoras, ordenó al general Andrés de Santa Cruz para que dirigiera la segunda campaña por puertos intermedios. Este jefe partió con 5000 soldados (junio de 1823), llevando como jefe de estado mayor a Don Agustín Gamarra, en la escuadra peruana que estaba al mando del marino inglés Martín Guise.

Por Arica, Santa Cruz ingresí en el Alto Pérú; llegí a ocupar La Paz y Oruro. El 24 de agosto de 1823 derrotó a los realistas en la batalla de Zepita. Pero, el jefe patriota cometió un error estratégico: se dejó engañar por una artimaña del Virrey La Serna, quien acudió en auxilio del ya derrotado Valdés, por lo que Santa Cruz creyendo que las fuerzas realistas eran muy superiores, no quiso presentar batalla y, a marchas forzadas, se dirigió a Moquegua donde arribó apenas con 800 hombres.

Riva Aguero había hehco un convenio con Bolivar para que éste enviase refuerzos. Por esta razón, Antonio José de Sucre, general de mayor confianza de Bolívar, llegó al Perú con un ejército de 3000 colombianos, en 1823.